Se identifica como pasivo no corriente a todas las deudas y obligaciones que tiene una empresa a largo plazo (por encima de un año), con otros proveedores, acreedores e incluso entidades bancarias.
El pasivo no corriente, en base al Plan General de Contabilidad (PGC), está formado por estas cuentas:
- Provisiones a largo plazo.
- Deudas mantenidas con entidades crediticias.
- Deudas con empresas de un mismo grupo a largo plazo.
- Pasivos por impuesto diferido.
- Periodificaciones a largo plazo.
- Otras cuentas a pagar en más de un año.