El activo circulante es el conjunto de bienes y derechos que una empresa posee para disponer de forma inmediata (liquidez).
Se considera que un bien es un activo circulante, cuando se puede disponer de él en un período inferior a un año.
En la práctica, activo circulante es normalmente dinero de la empresa, tanto en sus cuentas bancarias como físicamente en sus instalaciones, así como existencias e incluso deudas con sus clientes.