Una pyme tiene que gestionar de manera muy eficiente el cobro de facturas y los tiempos asociados a cada una de ellas.
Rara vez un trabajo o servicio se cobra de forma inmediata a su ejecución, la concesión de crédito suele tener vinculado un período de pago desde ese momento.
Sin embargo, la ley establece plazos de pago para las facturas. Superados estos plazos entramos en una situación de impago, que deberíamos resolver cuanto antes.
¿Qué dice la ley sobre plazos para cobrar facturas?
La periodicidad del pago de facturas es un tema que ha sido debatido y modificado varias veces por parte de la legislación española.
La primera normativa que encontramos vinculada al plazo legal para pagar una factura es la Ley 3/2004 de 29 de diciembre. Establecía en un inicio la libertad de ambas partes de establecer un plazo de pago, siempre que no superase los 30 días naturales.
Tras varios años con esta normativa aplicada, se planteó una propuesta de cambio de ley sobre los plazos para cobrar una factura, que fuese más permisiva.
La Ley 15/2010 de 5 de julio consiguió extender el plazo de pago hasta 60 días naturales, como límite máximo que podían acordar ambas partes.
No fue efectiva. Apenas 3 años después tuvo que modificarse hacia una normativa más específica, que es por la que actualmente se rigen pymes, grandes empresas, e incluso autónomos.
La Ley 11/2013 de 26 de julio establece que hay 30 días naturales de plazo para pagar una factura, desde el momento de la recepción de la mercancía o de la prestación del servicio. Ahora bien, esta ley añade nuevos detalles con respecto a las anteriores.
En primer lugar, las facturas deben ser emitidas antes de los 15 primeros días desde la recepción o prestación.
Además, se da la posibilidad, siempre que las dos partes así lo acuerden, de ampliar el plazo hasta los 60 días naturales.
También se establecen dos excepciones. Las facturas emitidas a las Administraciones Públicas y para empresas de alimentos perecederos mantienen el límite máximo de 30 días naturales.
¿Qué sucede si se supera el plazo de pago de una factura?
La Ley establece claramente los plazos de pago de una factura, pero no siempre se cumplen.
A cierre de 2020, la demora en el pago de facturas superaba la media de los 75 días.
Si bien existe respaldo legal para la imposición de intereses de demora, pocas pymes deciden aplicarlos y se vuelcan más en el seguimiento de la deuda para solicitar su pago cuanto antes.
Para cualquier empresa, la situación de impago representa un riesgo y su objetivo debe ser contactar con el deudor, reclamar el pago lo más inmediatamente posible y cerrar la deuda existente.
Desde ese mismo momento, supone ya una inversión para la pyme de tiempo y recursos para conseguir el cobro de una operación comercial ya realizada.
Por estos motivos, lo ideal es establecer las pautas apropiadas para que este impago no se produzca y aprovechar herramientas, con las que se pueda trabajar con otras empresas de forma más segura.
Consejos para evitar el impago de las facturas
La gestión de impagos debe ser efectiva en una pyme, pero lo ideal es no llegar a esta situación.
Para ello podemos seguir algunas estrategias, con las que reduciremos, o incluso eliminaremos este riesgo:
- Negocia períodos de vencimiento cortos e incluso, si es posible, inmediatos a la recepción de la mercancía o de la prestación del servicio.
- Garantiza un correcto proceso de creación, emisión y recepción de facturas, con toda la información perfectamente detallada.
- Utiliza herramientas que te permitan tener análisis de las empresas y profesionales con los que trabajar. El módulo de admisión de Triniom puede ayudarte con ello, informándote del riesgo de la operación y analizándote el cliente.
- Elimina el riesgo de impago, con el seguro de crédito de Triniom. Puedes desde asegurar el pago de determinadas facturas hasta proteger todas las operaciones de crédito con un cliente específico.