En España la inflación ha alcanzado niveles que no veíamos desde hacía 30 años.
En febrero llegó al 7,6%, hasta dos décimas por encima de lo que se preveía para el 2022. Hay que remontarse a diciembre de 1986 para recordar valores similares.
Las pymes, por descontado, también son víctimas del incremento continuado de precios. Para poder minimizar pérdidas es importante conocer tanto las causas como las consecuencias de esta situación.
Motivos que explican la inflación actual
El estado extraordinario de la inflación actual es la suma de varios factores que han incidido no recientemente, sino desde hace ya bastante tiempo.
Por supuesto, la invasión de Rusia a Ucrania es un elemento clave en este aspecto, ya que influye directamente sobre el aumento de precio del gas, del petróleo e incluso de aceites comestibles como el de girasol, uno de los productos que más está sufriendo una escalada de precios.
En cualquier caso, el incremento de los precios de la energía, con la electricidad a la cabeza, lleva sucediéndose desde hace ya varios meses.
Pero incluso podemos remontarnos a los primeros compases de recuperación de la pandemia, ya que provocaron un aumento considerable de la demanda de materias primas y mercancías, impulsando el mercado al alza de precios.
Consecuencias de la inflación para las pymes
La inflación tiene efectos directos e indirectos sobre las pymes. Uno de los más evidentes es el relacionado con el coste del gas y el petróleo, que supone una mayor inversión, entre otras cosas, en combustible.
Cualquier pyme en la que el gasto en combustible forme parte de su contabilidad, verá inevitablemente como este coste va a aumentar gradualmente.
Pero de la misma forma, los proveedores que tengan que asumir este aumento en sus gastos, también van a repercutirlo en los precios de sus materias primas. Por tanto, a la pyme le costará más adquirir los mismos productos para su trabajo.
Con el paso del tiempo, sus ventas también se verán afectadas. La inflación actúa de forma directa sobre el consumo, provocando un descenso gradual al encarecerse los precios de manera general.
Ante esta situación, muchos consumidores deciden posponer sus compras para un momento más propicio o en espera de que los precios se estabilicen.
El balance de pérdidas y ganancias se ve claramente afectado. Incluso con un aumento de los precios, las ventas van a ser cuantitativamente menores y al final, el margen de rentabilidad también se estrecha.
En muchos casos también afecta a la relación con los proveedores actuales, dado que la subida de precios provoca un descenso en los pedidos.
Muchas pymes optan por buscar proveedores más económicos, pero aquellas que dependen solo de un único proveedor pueden encontrarse sin más opciones a corto plazo.
Al final, la inflación provoca una gran incertidumbre para la pyme en su toma de decisiones, sobre todo de tipo comercial.
Se posponen las inversiones, se reducen las iniciativas de crecimiento y se centraliza todo en la búsqueda de más facturación, como único objetivo prioritario.
¿Qué puede hacer la pyme?: Beneficios que ofrece Triniom
La pyme se va a ver arrastrada por la corriente de la inflación, pero eso no significa que no pueda tomar medidas para minimizar riesgos, reducir pérdidas y, en la medida de lo posible, mantener o hasta aumentar su rentabilidad.
En primer lugar, resulta más importante que nunca contar con información financiera exacta, fiable y actualizada, para saber en qué situación se encuentran sus clientes, revisar su comportamiento en pagos y analizar el riesgo de impago que pueden tener ahora mismo.
En el caso de nuevas posibles operaciones a crédito, el módulo de clientes potenciales de Triniom es una solución apropiada para saber si es recomendable o no trabajar con ese cliente o hasta qué límite de crédito es asumible.
Para reducir el riesgo, también es recomendable aprovechar seguros de crédito. Con nuestra plataforma puedes escoger dos modalidades.
Por un lado, puedes elegir el seguro por deudor, con el que asegurar todas las operaciones con un cliente en concreto.
Por otro lado, también puedes optar por el seguro por factura, con el que conseguir coberturas para determinadas operaciones que consideres de riesgo.
De esta forma, la pyme puede contar con la seguridad que desee para sus operaciones, sin tener que asegurar toda su cartera.
Por último, vale la pena prevenir incluso respecto a las situaciones menos favorables, como puede ser un impago.
Tener una óptima gestión de cobro ayuda a acelerar este proceso y puede evitar que el retraso en el pago de una factura se convierta en un impago definitivo.
Con Triniom, además cuentas con una herramienta de gestión de cobro con la que podrás notificar al cliente, o incluso al comercial responsable de la cuenta, de que una factura no ha sido pagada en plazo.
De esta forma, consigues un control inmediato de ese impago y mantienes una relación directa y cercana con el cliente.