¿Qué gastos son deducibles para la pyme?

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Los gastos deducibles suponen una ayuda económica en una empresa, además, son estrictamente necesarios para desarrollar una actividad empresarial de forma correcta.

Es decir, su objetivo es ayudar a generar los ingresos, tanto actuales como futuros, de una compañía.

Su definición viene establecida en la Ley del Impuesto sobre la Renta, en el artículo 7: “son gastos útiles, necesarios y pertinentes para producir la utilidad o beneficio”.

Ahora bien, dependiendo del tipo de actividad económica que desarrolle la pyme, tendrá unos gastos deducibles u otros, y habrá que justificar en la totalidad de los casos que derivan de la propia actividad empresarial.

Gastos del personal

Las retribuciones a los trabajadores en concepto de sueldos y salarios, pagas extraordinarias, dietas y asignación por gastos de viaje, retribuciones en especie, etc., son gastos deducibles del Impuesto de Sociedades.

Además, están incluidas las retribuciones al Administrador o socios autónomos que trabajan en la sociedad en régimen de dependencia laboral, aunque es recomendable que se refleje en los estatutos sociales.

También, las cotizaciones sociales y otros gastos relacionados con los empleados, como por ejemplo las indemnizaciones por despido o gasto de formación, que también son deducibles.

Gastos de alquiler

Los pagos realizados por alquiler de locales comerciales, oficinas o maquinaria utilizada en la actividad empresarial son gastos deducibles.

Se incluyen todos los gastos asociados al mantenimientos y reparación de dichos activos, por ejemplo, si hacemos una reforma o invertimos en reparaciones y conservación podemos deducir las facturas de los costes.

Igual que la compra de muebles o instalaciones de calefacción, electricidad, aire acondicionado, primas de seguro, tributos y recargos no estales (basura industrial), gastos de vigilancia y portería, que también son deducibles.

Gastos de suministros

Los gastos de electricidad, agua, gas, telefonía, internet y otros servicios necesarios para el desarrollo de la actividad empresarial son deducibles.

Estos gastos representan una parte importante de su actividad y cuotas, incluyen los derivados de combustibles, como la gasolina, agua, luz, telefonía, y costes de mantenimientos.

Además, cuanto mayor número de empleados tenga una pyme, la gestión será más compleja, teniendo en cuenta las diferentes deducciones en el Impuesto de Sociedades.

Gastos de proveedores

Los pagos a proveedores y contratistas por bienes y servicios utilizados en la actividad empresarial son deducibles, por ejemplo, la compra de materia prima, el pago de servicios profesionales, el transporte de mercancías, entre otros.

Los consumos de explotación incluyen las compras de mercancías o materias primas, así como el resto de adquisiciones corrientes anexas a estas, como son envases, conjuntos incorporables, etc.

En la compra de las existencias se deducen los precios finalmente pagados al proveedor, pero además de esto, hay que tener en cuenta la variación de existencias del ejercicio, es decir, las existencias no consumidas en el ejercicio, que se calcula con la siguiente fórmula.

Variación de existencias = existencias iniciales + compras – existencias finales

Gastos financieros

Los intereses de préstamos y créditos, comisiones bancarias y otros gastos financieros relacionados con la actividad empresarial, como son los gastos de gestión por descuento de efectos comerciales, intereses de demora con hacienda o recargos por aplazamiento de pago de deudas.

Gastos publicidad y marketing

Los gastos destinados a la promoción y publicidad de la empresa, como anuncios en medios de comunicación, diseño de material promocional, campañas de marketing digital, son deducibles.

Gastos de amortizaciones y provisiones

Son gastos deducibles las amortizaciones y provisiones que hacen referencia a la pérdida de valor de un bien de inversión o la pérdida de valor de unas existencias.

Las provisiones se aplican en el caso de insolvencias de deudores o clientes.

Ahora bien, según el artículo 13 de la Ley del Impuesto sobre Sociedades desde una perspectiva negativa explica que provisiones son fiscalmente deducibles, es decir, aquellas que no contempla dicho artículo, “no serán fiscalmente deducibles: los derivados de obligaciones implícitas o tácitas”.

¿Se puede deducir algo más en la pyme?

Encontramos otras deducciones si la pyme está destinada a uno de los siguientes casos:

  • Empresas que inviertan en I+D, pueden deducirse estos gastos a modo de incentivo fiscal.
  • Empresas que destinan cantidades superiores al 10% podrán elevar de 3 a 5 millones de euros anuales el importe monetizable de la deducción por I+D en el Impuesto de Sociedades.
  • Incentivos para la cesión de activos intangibles (patentes) o empresas que inviertan en una pyme de nueva creación.
  • Por la contratación de empleados dispone de diferentes deducciones fiscales dependiendo del tamaño de la empresa, el trabajador y el tipo de contrato.
Alberto Tendero
Alberto Tendero
Especialista en nuevas tecnologías, herramientas de gestión y plataformas Cloud que aportan valor en el proceso de transformación digital de la pyme.
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