A lo largo de este post vamos a profundizar en el funcionamiento del factoring, pero antes veremos lo que significa y quién interviene en él.
Además, veremos un ejemplo de factoring, cómo se usa y los tipos de factoring que puedes contratar para tu pyme.
¿Qué es Factoring?
El factoring es un instrumento financiero orientado a empresas que necesitan cobrar sus facturas de forma inmediata, consiguiendo obtener una mayor liquidez en el negocio, sin tener que esperar al vencimiento de pago de la factura.
Evidentemente, es una gran ayuda que las empresas puedan cobrar, de forma anticipada, sus deudas. Pues bien, con un servicio factoring esto es posible, ya que, es una alternativa de financiación del activo circulante, que además nos ofrece servicios de asesoramiento comercial y solvencia de los clientes.
Por tanto, lo que realmente lleva a cabo un factoring, es ceder su factura a una entidad a cambio de que le adelante el pago de la misma.
¿Quién interviene en Factoring?
Los componentes de una operación de factoring son:
- La empresa cedente (quien emite la factura).
- El cliente o deudor (quien recibe la factura).
- La entidad o compañía de factoring (quien gestiona el cobro).
¿Cómo funciona el Factoring?
La operación de factoring comienza por una gestión financiera que lleva a cabo entre una empresa y una Entidad Factoring, donde la empresa cede el derecho al cobro de sus créditos comerciales, recibiendo a cambio, el adelanto del importe de la factura, descontando una comisión y unos intereses por la gestión.
El factoring consigue transformar tus ventas a crédito en ventas al contado, es decir, qué entre líquido en tu tesorería, mejorando la capacidad de financiación del negocio.
Pongamos un ejemplo de Factoring:
La empresa X ha hecho una venta de 10.000 euros con una modalidad de pago a 60 días, pero tiene necesidad de obtener ese dinero antes del vencimiento, entonces, contrata con una Entidad factoring la cesión del cobro, adelantándole ésta, el 93% del importe total de la factura.
Cuando llega el vencimiento de los 60 días la Entidad factoring cobra la factura cedida y la diferencia hasta el 100% es su ganancia por la gestión.
¿Qué ocurre si se declara la factura como crédito incobrable?
Pues bien, las coberturas de riesgo contratadas en tu servicio de factoring cubrirán el impago, sin tener que devolver el dinero de la factura adelantada a la Entidad Factoring.
Como ves, con esta herramienta factoring consigues una liquidez inmediata de manera muy sencilla para tu pyme, sin necesidad de buscar endeudamiento con intereses, y, además, ¡se encarga de gestionar tus cobros!
¿Qué tipo de Factoring me conviene?
Teniendo en cuenta que la mayoría de las empresas persiguen tener el menor riesgo comercial posible, podemos hacer la siguiente clasificación del factoring para el Sector Privado:
• El factoring sin recurso → implica que la Entidad de Factoring se hace cargo de asumir el riesgo de impago en su totalidad, es decir, si por algún motivo el deudor no pagara la factura en su vencimiento, no podrá solicitar a la empresa contratante el importe que adelantó.
• El factoring con recurso → en este caso la Entidad de Factoring no asumirá el riesgo total del impago, sino que solicitará su devolución a la empresa cedente.
Debes tener en cuenta que las Entidades de Factoring pueden ofrecerte un contrato de globalización parcial, donde se limite el servicio a ciertos clientes o productos, además podrían solicitar exclusividad, para que la empresa no pueda operar con otras entidades de factoring.
Este servicio factoring, ofrece una información privilegiada sobre la cartera de clientes y la capacidad económica de la empresa, ayudando a corregir los errores financieros del negocio y evitando los impagos de los clientes.
Independientemente a tu elección en el tipo de factoring, con la situación que vivimos actualmente, el uso de este servicio que adelanta los pagos de tus clientes, te ofrece una financiación en el circulante de tu empresa y una serie de servicios, administrativos, financieros y de cobro adicionales, que lo hacen ser el mejor producto financiero, aumentando tu capacidad financiera con la entrada de líquido en tu caja.
Y, lo más importante del factoring, no sólo el adelanto del pago de las ventas a crédito, sino que nos da un soporte en la clasificación del crédito del cliente y la externalización de las tareas administrativas de cobro.