De todos los retos que tiene que afrontar una empresa, la falta de liquidez es uno de los más complejos y arriesgados que puede tener que asumir.
Una de las mayores dificultades asociadas es que no solo depende de la pyme, sino que muchas veces se origina en un retraso en los pagos de clientes, otras empresas colaboradoras, etc.
Por descontado, también influye la constante evolución de una pyme, que puede tener gastos imprevistos o querer afrontar inversiones para nuevos proyectos, que obviamente requieren de capital.
Pero la falta de liquidez sí se asemeja a otros problemas en qué es lo más importante para minimizar sus consecuencias o incluso para evitar su presencia: la prevención.
Con estrategias preventivas, la pyme puede actuar antes de una crisis relacionada con la liquidez y evitar todas las negativas consecuencias y peligros que acarrea.
Hay distintas formas de prevenir y superar la falta de liquidez con máxima rapidez. Algunas de ellas son claves para que la pyme mantenga su ritmo de trabajo en constante crecimiento:
Mantener un fondo de emergencia
Según la Real Academia Española el término «imprevisto» está ligado principalmente a gastos que no estaban previstos. Efectivamente, toda pyme se enfrenta con frecuencia a esta situación, dado que es imposible abarcar todas las variables que pueden afectar a la tesorería de la empresa.
Por ese motivo, crear un fondo de emergencia de contención puede servir para situaciones imprevistas, con el fin de evitar que esos gastos fuera de planificación supongan una falta de liquidez para el negocio.
La pyme debe ser responsable de crear ese fondo con antelación y, en caso de ser aprovechado, trazar una nueva estrategia con la que volver a recuperarlo para poder contar con él de nuevo cuando sea necesario.
Controlar el cobro de facturas
Una gran mayoría de problemas de liquidez están relacionados con el impago de facturas por parte de clientes. La pyme cuenta con esos ingresos, que tienen una fecha de vencimiento especificada, pero se somete a la voluntad del cliente de cumplirla o no.
Obviamente hay mecanismos con los que aplicar una gestión de cobro lo más ágil posible, pero aun así requiere de tiempo durante el que la pyme tendrá que afrontar sus propios gastos y facturas pendientes, sin contar con ese ingreso.
La prevención en este sentido se puede lograr con servicios como el de factoring, una alternativa de financiación inmediata, con la que la pyme contrata a una empresa, a la que cede sus facturas.
La empresa contratante se convierte en la titular de las facturas o créditos comerciales y anticipa a la pyme el importe asociado, menos un porcentaje por el servicio prestado.
Plataformas como Triniom permiten contar con la concesión del importe de una factura en apenas 4 horas, en un servicio mucho más rápido que sistemas de financiación tradicionales como los solicitados a entidades bancarias y con el que se puede mantener un flujo de caja estable.
Además, el servicio de factoring puede contratarse en la modalidad «sin recurso», con la que la empresa a la que se cede las facturas asume también el riesgo de impago y se encargaría en esa situación de todas las acciones necesarias en la gestión de cobro, sin requerir mayores costes a la pyme.
Retrasar los pagos de la empresa
Ante una probable falta de liquidez la pyme puede solicitar a sus proveedores un retraso en los pagos, si considera que hay margen de flexibilidad suficiente.
Es una estrategia de emergencia de la que no se debe abusar, por la imagen que da la compañía y porque los proveedores no asumirán este riesgo de una manera rutinaria, sino que en caso de aceptarlo únicamente lo harán por considerarlo algo excepcional.
Reducción en los costes de la empresa
Una estrategia preventiva más recomendable que retrasar un pago es reducir los costes y conseguir un óptimo ahorro en los gastos.
El análisis financiero de la contabilidad de la empresa, puede ayudar a identificar aquellas inversiones que no están generando rentabilidad o que pueden ser descartadas, a favor de otras más económicas.
El balance de gastos e ingresos siempre se va a ver beneficiado de cualquier estrategia óptima de ahorro de costes y permite reducir el riesgo de falta de liquidez que pueda surgir en cualquier momento.
Optimización de inventario
Otra estrategia con la que minimizar el riesgo de falta de liquidez es con la optimización de los inventarios. Con ella, la pyme puede garantizar que los pedidos se agilicen al máximo.
Cuanto antes se efectúa un pedido, también se puede cobrar con mayor agilidad y aumentar la liquidez de la empresa.
Ten en cuenta que el tiempo que un producto permanece en tu almacén desde que es vendido hasta que se entrega al cliente, representa una pérdida de valor y de rentabilidad. Optimizar el inventario ayuda a reducir los plazos de entrega y a mejorar el ciclo de producción de la empresa.